09 abril 2019

Teide 0-4-0

El Teide, volcán con 3718msnm situado en la isla de Tenerife, es el punto de mayor elevación de todo el territorio español. Lo que hace especial esta ruta es que arranca desde la cota 0, es decir, desde el nivel del mar, y alcanza casi los 4000 metros de altitud. 
 

De ahí que esta ruta esté bautizada como 040, de donde se deduce que para hacerla completa

tendremos que incluir la bajada obviando la tentadora alternativa del teleférico.

A la izquierda se distinge la estación superior del teleférico

En una distancia de aproximadamente 56km, la 040 acumula en desnivel prácticamente 4000m+ y otros tantos negativos. Su dureza radica en estos valores y el factor meteorológico según las circunstancias, pero en ningún caso en su complicación técnica. La ventaja de esta ruta es que no es de las que exija estar "mirando al suelo a ver dónde piso", en todo momento son caminos cómodos y eso nos permite aligerar el paso en los momentos en los que se quiera (y pueda). Así que en ese sentido es "asequible" y el principal obstáculo será nuestro propio estado de forma.
 

Aunque hay mucha gente que la realiza de una tirada, nosotros optamos por la planificación a dos días, que es el modo más habitual para afrontarla e implica pasar una noche en el Refugio de Altavista. Además es la mejor manera para disfrutar de un amanecer el lo más alto del Teide.
 
Refugio Altavista

Un detalle positivo importante es que desde hace unos meses está señalizada al completo, que por lo visto era una justificada reivindicación que se llevaba haciendo desde hace ya varios años. Abajo un par de fotos del tipo de señalización que encontraremos, tanto de la 040 como de otros senderos.
 
 

Si bien la planificación es siempre algo relevante, en las salidas de más de una jornada se multiplican los elementos a tener en cuenta. Lo más importante en una ruta como esta probablemente sea la gestión del agua, que en gran medida es lo que va a determinar la cantidad de peso a portear. Si bien al principio se pasa por dos nucleos habitados (Tigaiga e Icod el Alto) donde sería posible coger agua (suponemos, porque fuentes no vimos), es demasiado pronto para necesitar recargar; en el refugio, a más de 3200m ya, indican que el agua de sus grifos no es potable y el que venden no es barato: 3€ 1/2 litro. Una opción para no tener que cargar con todo el agua para los dos días puede ser potabilizar agua en el refugio.
 

Si nuestra planificación incluye pernocta en el Refugio de Altavista, es recomendable reservar con cierta antelación, ya que en principio es la única alternativa "libre de multas" para hacer noche por allí. A tener en cuenta que para federados en montaña hacen un buen descuento con respecto al precio estándar (de 25€ a 14€). En el refugio te dan unas sábanas de usar y tirar y un edredón, por lo que nos ahorramos el saco.

Si no dormimos en el refugio hay que tener en cuenta que necesitamos un permiso para subir el último tramo de camino hasta el cráter a partir de las 09:00, antes el acceso es libre. Y para pedir este permiso sí que hay que anticiparse bastante. El sendero restringido está a partir de la estación superior del teleférico, a unos 3550m.

Siguiendo con la planificación, es importante que tengamos en cuenta la variedad climática que nos vamos a encontrar. Hasta unos 2000m hay bastante vegetación, a partir de ahí, se reduce a matorral bajo y si seguimos subiendo, la veremos casi desaparecer. Por norma general, como consecuencia de las particularidades climáticas de la zona, a partir de 1500m el cielo está totalmente depejado, así que vamos a tener que protegernos del sol. 
 
Por encima del casi permanente mar de nubes el sol golpea duro
 
Las altas temperaturas pueden pasar factura en la zona desértica, pero arriba es probable que como mínimo haga "fresco". Deberemos llevarnos algo de abrigo especialmente si nuestra idea es ver amanecer desde el cráter, pues a esas altitudes, parados, con algo de viento y a la hora más fría de la noche, nos hará falta. En nuestro caso la temperatura al amanecer estaba en torno a -6ºC, a modo de ejemplo. El día anterior donde más calor hizo, rondaría los 23ºC (por suerte respetó el calor), así que hay que tener en cuenta la amplitud térmica a lo largo de la 040.
 
Conviene abrigarse un poco arriba

Pasando a hablar de la ruta propiamente dicha, hay que decir que es espectacular la cantidad de contrastes climáticos, paisajísticos... Y anímicos. Cada uno contará la película en función de su estado de forma y reto propuesto, pero no es un paseo: nos llevó unas 12h subir al refugio el primer día y 13h la subida hasta el cráter y posterior bajada hasta la playa. El tramo más exigente en nuestro caso resultó ser el del sendero que sube hasta el refugio: 2km en los que se remontan 500m de desnivel que te pillan ya con cierto castigo en las piernas y que se hicieron de rogar. El segundo día se empezó a poner pesado cuando quedaban 1500m negativos.
 
Camino hacia el refugio

Arrancamos: el coche lo dejamos en el aparcamiento de la playa del Socorro, totalmente desierto, no parece que suela haber problema de sitio a esas horas (05:30h). La tradición manda salir literalmente desde el mar tocando agua, pues desde el mar se sale.
 
Baño mañanero

Iniciamos marcha desde la playa un poco antes de las 6 de la mañana y toca pasar un tramo en el que se va por carretera, incluso cruzar un pequeño túnel compartido con vehículos. Después otro tramo de unos 100m por el arcén de una carretera y ya nos quitamos esta parte tan incómoda.
 
Saliendo de la Playa de El Socorro aún de noche
 
Foto de la vuelta. Primer tramo que se hace casi entero por calzada

Foto de la vuelta. Desde donde está hecha la foto hasta el desvío de la derecha hay que ir

Las primeras rampas son duras, nos llevarán hasta Tigaiga primero y al mirador de El Lance después, en Icod el Alto, desde aquí ya no volveremos a cruzar más núcleos de población. Seguiremos subiendo por caminos anchos y cómodos rodeados de vegetación, la temperatura y ausencia de cansancio propician un paso ligero.
 
Después de pasar Tigaiga
 
Escultura del mencey Bentor en el lugar donde cuentan que se lanzó para evitar que le capturaran tropas castellanas

Vista desde el Mirador de El Lance



Vista desde el Mirador del Asomadero
 
La vegetación va perdiendo espesor conforme ganamos altura y entramos en zona de pinares, el paisaje cambia completamente.
 
La vegetación se va abriendo
 
Es dificil perder el sendero

Caminamos un buen rato entre pinos

A partir de unos 2000m el escenario se torna cada vez más árido, es realmente impresionante la variedad paisajística que podemos ver en un espacio tan pequeño. Asoma ya portentoso el Teide, que aún queda lejos y con un pequeño desierto entre medias. A partir de aquí nos encontramos con el tramo más llano de la ruta, la pelea es con el sol y el calor.
 
A las puertas de Arizona
 
Zona desértica de arena, literalmente

Por el camino, si vamos atentos, podremos ver fácilmente algún lagarto tizón, especie endémica de las Islas Canarias. 
 
Lagarto Tizón en plena trepada
 
Un par de lagartos esperando a ver si cae algo del bocata

El fin de la llanura llega por la zona de "los huevos del Teide", unas redondeadas y grandes rocas negras, volcánicas, que contrastan con el terreno claro en el que se encuentran. Son fragmentos de lava que rodaron ladera abajo como bolas de nieve y que quedaron más abajo que la propia colada.
 
Zona donde están esparcidos los Huevos del Teide
 
Un Huevo del Teide

A continuación tomamos el desvío que nos lleva al refugio de Altavista. El camino se estrecha y la pendiente se endurece, son los 500m+ que subjetivamente se nos hicieron más duros. La altura (3000m) y la acumulación de cansancio pasan factura.
 
Mirada atrás en el camino de subida al refugio

Llegamos al refugio, 3260m nos separan en vertical de la playa en la que metíamos los pies unas horas atrás. Nos registramos y esperamos a que repartan habitaciones mientras comemos algo. Hay varias habitaciones, a nosotros nos toca una en la que habría capacidad para unas 20 personas. Buena temperatura, aunque el ventanuco que hay encima de la cama no cierra herméticamente y se cuela una leve corriente fría. A dormir pronto que hay que madrugar para ver el amanecer desde el Teide.
 
Literas en una habitación del refugio de Altavista
 
Sobre las 04:00h nos levantamos, el jaleo de la habitación a esa hora ya no permitía arañar unos minutos extra al sueño. Recogemos, comemos algo y a caminar con mejores sensaciones de las esperadas, se sube más fácil de lo previsto, aunque no conviene en este caso acelerar mucho porque vamos con tiempo y esperar más en la cima el amanecer implica pasar más frío.
 
Camino entre el refugio y el Teide

Llegamos a la estación del teleférico, aquí enlazamos con el camino restringido que llega hasta el cráter, es el último tramo. Conforme vamos subiendo, el sutil olor a azufre / huevos podridos que emana de las fumarolas se va haciendo más intenso. Es llevadero, pero atención a los estómagos sensibles.
 
Fumarolas en el cráter del Teide
 
Más fumarolas en acción

Y por fin, llegamos a la cima del Teide, toca buscar un sitio para ver amanecer, está ya relativamente concurrido aunque faltan unos 20 minutos. El frío va apretando al estar parados, pero ver cómo se va descubriendo el inmenso paisaje que nos rodea compensa con creces. La claridad va aumentando hasta que a las 07:05h aproximadamente, el sol emerge sobre el mar de nubes que cubre esa vertiente de la isla. Impresionante, al igual que la inmensa sombra del volcán en el extremo opuesto, por suerte las condiciones eran buenas y pudimos ver bien las dos cosas. La sombra piramidal del Teide, que por cierto, dicen que es la mayor sombra proyectada sobre el mar.
 
La claridad ya permite ver un bonito mar de nubes

 
Despunta el sol

Amanece al fin en el Teide

Espectacular la sombra del Teide y sus colores

Vista del cráter y la sombra a la derecha

Y ahora, con las pilas cargadas, toca afrontar la segunda mitad del reto: la bajada. El camino es exactamente el mismo, aunque las sensaciones cambian radicalmente. Los tramos más agónicos del primer día parecen encoger ostensiblemente, mientras que la alegría con la que subíamos los primeros 1500m o 2000m, se vuelven más densos cuanto más cercano vemos el mar. No hay prisa, así que volvemos a tomarlo con calma, parando, comiendo, descansando... Pero el peso de la mochila castiga y los últimos 1000m- son de los que más se atragantan de toda la ruta. Lo bueno es que aunque sea por inercia y en modo piloto automático, se van ganando metros a cada paso.
 
A unos 500m- de la meta, en el mirador de El Lance y con la playa de El Socorro a la izquierda

Se ve el mar. Huele a mar. Un poco más, un último esfuerzo, ya está la playa a tiro... ¡Lo tenemos!
 
Plantaciones de plataneras muy cerca de la playa
 
Playa de El Socorro

Para cerrar el círculo y dar por concluída la aventura, a caminar sobre las aguas otra vez, con tanto cansancio como alegría por haber superado el reto.
 

La conclusión es que la 040 es un trazado muy interesante y que, con un poco de planificación y entrenamiento, se puede disfrutar mucho desde múltiples puntos de vista: fauna, flora, geología, reto deportivo, paisajes... Montaña, en definitiva. Una de estas rutas que hay que hacer una vez en la vida.


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